2 de diciembre de 2013

Por qué deducir las pérdidas del poker

La tributación actual para los jugadores contempla que las pérdidas en el poker se puedan deducir de las ganancias. Esta premisa es fundamental, pero, ¿por qué?.

A continuacón reproducimos un interesante artículo de Poker Red, que espero que os guste.

Según la Ley del Juego, un jugador obtiene un premio cada vez que gana una tirada en la ruleta, una jugada en el blackjack o, en el caso que nos atañe, una mano de poker. Estos premios están sujetos a tributación como ganancias patrimoniales, por lo que deben incluirse en la declaración de la renta.

Para entender por qué sería impracticable en términos fiscales que no se pudieran compensar las pérdidas en el juego con las ganancias en el mismo, veamos un sencillo ejemplo práctico:

Una persona juega a 500 manos de poker apostando 100 euros en cada una de ellas a lo largo de un año.
Supongamos que este jugador resulta ganador un 47% de las veces y perdedor el 53% restante. Después de las 500 manos, esta persona ha ganado en 235 manos la cantidad de 100 euros y perdido 100 euros en las 265 manos restantes.

El resultado neto sería de una pérdida de 3.000 euros. Sin embargo, si no pudieran compensar las manos que han producido pérdidas con las que han producido beneficios, habría obtenido una “ganancia” de 23.500 euros como producto de las 235 manos en las que resultó ganador. Por consiguiente, este jugador tendría que tributar por un incremento patrimonial de 23.500 euros a pesar de haber perdido 3.000 euros en la práctica.

Las apuestas deportivas, el poker, la ruleta o el blackjack, entre muchos otros, aun siendo legales, no podrían ser practicados por el riesgo fiscal que supondrían tanto para los jugadores ganadores como para los perdedores. En definitiva, el mercado sería completamente inoperante.

Además, una fiscalidad de este tipo contravendría de forma frontal uno de los dogmas del derecho tributario: el principio de no confiscatoriedad. Este principio está recogido en el artículo 31 de la constitución española, que reza así.

Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.

Como conclusión, para el cálculo de las ganancias en el juego y su consiguiente inclusión en la declaración del IRPF, se podrán compensar ganancias y pérdidas en el juego, pero en ningún caso, y tal y como se recoge en la propia ley, se computarán en la declaración las pérdidas derivadas de la participación en los juegos.

Las ganancias netas deberán tributar, y las pérdidas netas no podrán considerarse como pérdidas patrimoniales.

El día 28 de noviembre, el Grupo Parlamentario Socialista presentó en el Congreso una Proposición no de Ley, cuyo objetivo es derogar la legislación actual, por la cual las ganancias y las pérdidas resultado de la actividad de juego pueden compensarse entre ellas.

Esperamos que, al menos, este artículo sirva para hacer entender a todos los lectores y quizá también a políticos y autoridades, por qué es tan importante que las pérdidas puedan deducirse de las ganancias y cuán de desastroso sería para el sector del juego que una iniciativa como la del Grupo Parlamentario Socialista saliera adelante.


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