24 de agosto de 2013

El que mucho aprieta poco abarca

Mientras que en Francia, y en casi todos los paises Europeos recientemente regulados, el sector del juego sigue cayendo casi en picado por culpa de la exagerada fiscalidad que su gobierno aplica tanto a empresas como a jugadores, en el Reino Unido, el ejecutivo de David Cameron intenta incrementar sus ingresos del juego sin perjudicar a estos últimos, tomando decisiones hasta cierto punto coherentes.

Esta misma semana, el gobierno británico ha presentado una iniciativa que le va a permitir obtener unos ingresos extra de unos 300 millones de libras esterlinas.

A partir del 1 de diciembre de 2014, todas las empresas del sector del juego que ofrezcan servicios en UK tendrán que pagar un 15% de los beneficios brutos que obtengan de los residentes en dicho país, e independientemente de la localización fiscal de la sala.

Dado que dicho porcentaje es el que pagaban con anterioridad las compañías con sede en el Reino Unido, la nueva medida afectará únicamente a operadores como Ladbrokes, bwin.party, William Hill o Betfair, que tienen su base en paraísos fiscales como Gibraltar, donde solo están obligadas a pagar el 1% de sus beneficios, hasta un máximo de 425.000 libras.

De momento, aunque las damnificadas no han emitido ningún comunicado oficial, al menos William Hill ha sugerido su intención de recurrir contra las nuevas medidas ante la Comisión Europea.
De acuerdo con los trámites habituales, el gobierno británico ha abierto un plazo para la presentación de enmiendas a las modificaciones de la ley del juego, que terminará el 30 de septiembre próximo.

En principio, los cambios legales no deberían perjudicar a los jugadores residentes en el Reino Unido (salvo que las salas afectadas decidan subir el rake, cosa que parece improbable por su pérdida de competitividad).

Al contrario, las modificaciones pueden venir bien a los jugadores, ya que prevén una mayor protección de su dinero por parte de la UK Gambling Commission.

Así mismo, la Hacienda británica ha especificado que decidirá si son objeto de tributación los ingresos generados por las salas gracias a los jugadores en función de la dirección postal introducida por estos en los formularios de registro, desechando así el uso de otros sistemas más complejos de verificación de la localización de los jugadores, como el rastreo de IP. Esto quiere decir que las personas con cuenta activa en .com que estén “de visita” en el Reino Unido podrán jugar en los operadores sin que estos tengan que pagar impuestos por los beneficios que obtengan de ellos.

Como siempre los ingleses son los mas listos. A ver si aprendemos un poco de ellos ....

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